La fórmula del perfecto candidato es tan secreta como la de la Coca Cola. Actualmente, los sectores son tan dispares, que para cada puesto existen tantos “candidatos perfectos” como personas hay en el mundo. Sin embargo, nuestros años de experiencia nos avalan para poder desvelar cuatro características que permiten a un candidato destacar por encima de cualquier otro.

1. Flexibilidad

En primer lugar, el candidato perfecto debe ser flexible. Vivimos en un momento en el que las empresas están cambiando, se están modernizando y, poco a poco, están sumándose a la era digital. Contrariamente a años anteriores, las empresas ya no buscan una persona para que esté en su mismo puesto durante toda la vida. Ahora, quieren completar sus equipos con personas polivalentes, con facilidad para adaptarse a los cambios, con ganas de enfrentar a retos y sin miedo a aceptar cualquier tipo de movilidad, tanto nacional como internacional.

2. Buena iniciativa

La iniciativa es el segundo ingrediente que debe completar al candidato perfecto. Una persona así se caracteriza por su capacidad para anticiparse a los acontecimientos. Hoy en día, los jefes valoran mucho más contar con personas autónomas, de las que no tengan que estar constantemente pendientes. De esta manera, un trabajador con iniciativa es capaz de tomar decisiones por sí mismo, sin necesidad de contar con el apoyo de terceros.

3. Capacidad para trabajar en equipo

El candidato ideal es aquel al que le gusta trabajar en equipo y sentirse completamente integrado. Las empresas son conscientes de esta realidad y, de hecho, ya han integrado mecánicas de trabajo en grupo, en las cuales los departamentos no están tan individualizados como antiguamente.

Esta persona debe ser capaz de interactuar con distintas áreas, practicar la escucha activa, mientras se coordina con otros departamentos. Tenemos que tener presente que el éxito de una empresa se basa en que todos los empleados persigan el mismo objetivo, y éste solo se conseguirá si se trabaja en equipo.

4. Buen gestor del tiempo

La calidad y la rapidez no tienen que ser incompatibles, sino que son aspectos que deben ir de la mano. Por ello, es vital que los empleados sepan controlar su estrés, la presión a la que están sometidos y su tiempo.

El candidato perfecto debe saber diferenciar entre lo que es una tarea urgente y una tarea importante. La urgencia va asociada al tiempo; mientras que la importancia va asociada a la consecución de objetivos. Algo urgente requiere atención inmediata mientras que algo importante puede resolverse a corto o, incluso, largo plazo.

 

Estos son los cuatro rasgos esenciales que deben tener los candidatos que resulten seleccionados. ¿Te identificas con un candidato exitoso? Si es así, puede conocer todas nuestras ofertas de empleo haciendo click aquí.

 

 

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